España en las urnas
Algunos de los que se levantaron el 14 de marzo ya sabían que iban a perder. 0tros que sabían que iban a ganar, ni se lo podían creer. Y yo, como uno más de los muchísimos españoles que fuimos a votar, sentí unas ganas enormes de que nada de lo que había pasado hubiese ocurrido de verdad.
Si como dicen muchos el cambio político se produjo por lo ocurrido el 11-M, incluso yo, deseoso de ese cambio, hubiera preferido seguir con la rutina, que doscientas vidas valen más que un nuevo gobierno.
Nos falta humanidad. Uno empieza a no creer en la clase política porque últimamente no parecen humanos. Jugar con la identidad de los asesinos fue la papeleta que contó más; y como de votos se trataba, España decidió con los números: el 42,64% de los voto, unos casi once millones de personas, curiosamente las mismas que se manifestaban el viernes en la calle, votaron al partido socialista.
Y la imagen del día, para mi, fue las lágrimas de la aún primera dama en funciones; la concejala por Madrid no pudo aguantar la presión escénica y en un abrazo de una simpatizante se derrumbó.
Y después de todo te queda la extraña sensación de ser partícipe de la historia de este país, que en apenas cuatro días ha escrito un nuevo capítulo.
Godofredo Mesas
Si como dicen muchos el cambio político se produjo por lo ocurrido el 11-M, incluso yo, deseoso de ese cambio, hubiera preferido seguir con la rutina, que doscientas vidas valen más que un nuevo gobierno.
Nos falta humanidad. Uno empieza a no creer en la clase política porque últimamente no parecen humanos. Jugar con la identidad de los asesinos fue la papeleta que contó más; y como de votos se trataba, España decidió con los números: el 42,64% de los voto, unos casi once millones de personas, curiosamente las mismas que se manifestaban el viernes en la calle, votaron al partido socialista.
Y la imagen del día, para mi, fue las lágrimas de la aún primera dama en funciones; la concejala por Madrid no pudo aguantar la presión escénica y en un abrazo de una simpatizante se derrumbó.
Y después de todo te queda la extraña sensación de ser partícipe de la historia de este país, que en apenas cuatro días ha escrito un nuevo capítulo.
Godofredo Mesas
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jesús_ -
Mª Angeles -