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La Bodeguita del Medio ----------------------------------

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Esto me encanta

El nuevo aspecto de la Bodeguita me fascina pero lo que más me gusta de todo es que ahora, el contenido es libre y podemos escribir de lo que nos apetezca.
Bueno, yo hace mil años que no me pasaba por aqui, menos mal que soy una de sus fundadoras que si no...jeje.
Bueno Godo, hoy si soy la misma, he vuelto, mi ánimo es mejor por momentos, será que el veranito está cerca y eso le sube la vitalidad a cualquiera.
Oye, no os entran ganas de beberos el vaso de la cabecera? vamos, tiene una pinta...
Tenemos que descubrir una bodeguita del medio en Sevilla...donde nos podamos beber unos cuantos mojitos fresquitos y bailar música cubanaaaa, q divertido!!!
Voy a hacer un poco de publicidad, "Bodegueros" os invito a un Cafelito
Hasta muy pronto.
Rut

La democracia de los rectores

Sólo el 11% de los alumnos universitarios votaron en las elecciones a rector; con semejante cifra es como para pensar que es lo que falla.
Vamos a analizar los datos: Miguel Florencio, el rector que se hizo famoso porque lo asaltaron unos cuantos alumnos de la Facultad de Comunicación en mitad de una Junta de Gobierno, es reelegido con algo menos del sesenta por ciento de los votos y gracias, sobre todo, al valor ponderado de las papeletas de los funcionarios doctores. Porque si hay unas elecciones donde la igualdad brilla por su ausencia son estas: los votos de los alumnos valen un 30%, un 10 el del personal docente e investigador y un 9 para el resto de empleados de las facultades; y frente a todos el 51% del valor para los doctores.
Con tantas cifras a nadie se le ocurrió darle un 0 al que diseñó las normas electorales.
Para colmo, abren las urnas un viernes, el día justo en el que muchos no tienen clase y otros muchos deciden no ir. Con lo que se abren muchas interrogantes, pero una destaca de entre todas: ¿Buscaban intencionadamente la abstención de los alumnos? Y de ser así, ¿Por qué? Contéstanos.
Godofredo Mesas

La paciencia brilla por su ausencia

No sé si alguno de vosotros tiene el privilegio de vivir donde están creando un maravilloso y profundo túnel por el cual un día, pasará rápido y veloz el metro de Sevilla. Desde que se pusieran en marcha las obras, los sevillanos parece que desayunan impaciencia todas las mañanas. En la calle sólo se escuchan pitos y ves a los coches frenar malhumorados y es que para ir a cualquier lugar tardas una eternidad.
Para los que vivimos en República Argentina, nuestra calle se ha convertido en un lugar un poco solitario, por las noches vas andando por una de las aceras y parece que estás enjaulado, con vallas por todas partes.
Por si fuera poco acceder ahora a la SE-30 es toda una odisea, más que nada porque ya nos han cortado los accesos que antes había, a causa de la feria.
Supongo que todos estos atascos que envuelven a la capital tendrán su recompensa dentro de unos cuantos años, cuando nuestros “hijos” disfrutarán del Metro.
El Ayuntamiento debería mandar a todas las casas de los afectados por las obras unas cuantas cajitas de Valeriana, más que nada para los conductores de la casa para que sean capaces de llegar relajados a los sitios y disfrutar conduciendo porque lo que antes era considerado relajante ahora se ha convertido en un suplicio.
Y todavía nos quedan bastantes años así que…mejor que la gente se vaya relajando.
Rut Domínguez

La Pasión de Gibson

La Pasión de Gibson La figura de Cristo ha servido para dar vida a muchas películas, pero ninguna de ellas ha provocado tanto revuelo como esta última versión, La Pasión de Cristo de Mel Gibson, que narra con una fuerza inusitada las últimas doce horas de la vida de Jesús.

¿Y qué mejor fecha para verla que Semana Santa? Por ello, como broche, el último día, siguiendo con la temática, decidí ir al cine. Mucho se ha hablado de ella, “se acerca al gore”, “es antisemita”, “refleja la realidad vivida por Jesucristo”,... unas polémicas que han levantado una expectación sin precedentes y que no han dejado indiferente a nadie.

Ya desde un principio la película empieza fuerte, en los primeros 10 minutos la cara del Jim Caviezel (Jesucristo) está prácticamente irreconocible, por no hablar de lo que viene después. Quizás sea mucha la realidad que se ha querido transmitir. Demasiada sangre, demasiado dolor, aunque según Mel Gibson: “No hay violencia gratuita en esta película. Nos hemos acostumbrados a ver crucifijos bonitos colgados de la pared. Decimos ¡Oh, Sí! Jesús fue azotado, llevó su cruz a cuestas y le clavaron a un madero, pero ¿quién se detiene a pensar lo que estas palabras significan realmente?”.

Pero lo que más me llamó la atención, al margen de la crudeza de algunas de las escenas, fue la calidad cinematográficamente de la cinta y el realismo conseguido. De esta manera, Mel Gibson ha conseguido lo que estaba buscando (además de aumentar, aún más, su cuenta bancaria) dar a conocer de forma explícita y personal los últimos momentos de la vida de Jesús.

MªÁngeles

Las manipulaciones de TVE

Las manipulaciones de TVE La Comisión de Libertades del Parlamento Europeo critica en un informe sobre la libertad de expresión e información en Italia, “las manipulaciones flagrantes” de TVE tras los atentados del pasado 11 de Marzo, que atribuye a las “presiones gubernamentales” sobre el ente público.
Según el informe, aprobado la noche del martes 30 y que será votado en el pleno de la Eurocámara en abril, dichas presiones implicaron deformaciones y manipulaciones en las informaciones sobre la autoría y responsabilidades en los actos terroristas de Madrid.
La mención a la cobertura del 11-M por la televisión pública fue incluida a través de la enmienda suscrita por los eurodiputados italianos Giuseppe Di Lello Finuoli y Luicio Manisco, pertenecientes al Grupo Izquierda Unitaria.
La comisión, a través de la enmienda de la eurodiputada holandesa Johanna Boogerd- Quaak, se hizo eco del “informe público” en el que “los trabajadores de la Televisión Española (...) denuncian malas prácticas profesionales para provocar una información no equilibrada, sesgada o manipulada, entre el 28 de febrero y el 5 de marzo de 2003, en relación con las informaciones sobre la intervención militar en Irak”.
“Los trabajadores de TVE consideran que este medio de comunicación puso el acento sobre las posiciones de aquellos que defendieron la intervención militar y dio de lado aquellas que defendieron la continuidad de las inspecciones y se opusieron al uso del Ejército”, constata el informe.
Además, según recoge dicho informe parlamentario, “Reporteros sin Fronteras” en su balance de 2003, denuncia “los obstáculos encontrados por los periodistas para informar sobre la ilegalización de Batasuna, así como sobre el desastre ecológico del Prestige.

Silvia Berraquero

¿Televisión = telebasura?

¿Televisión = telebasura? Gran Hermano Vip, El Castillo de las mentes prodigiosas, El Hotel Glam, son algunos de los formatos de televisión que están o han ocupado las principales franjas horarias. Por lo visto es lo que pide el público, pero yo me pregunto si es realmente lo que queremos ver o bien es lo que a los empresarios les interesa poner.
Si quieres ver la televisión no tienes más remedio que ver lo que te ofrecen, ya que su programación de mañana y tarde se basa en este tipo de programas. Es cierto que cuando enciendes la televisión lo que pretendes es entretenerte y evadirte de la realidad, pero ¿no hay otras formas?.
Hemos alcanzado tal punto que cualquier “personajillo” vende, hasta pagar grandes cantidades por él, llegando incluso a usurpar el puesto de trabajo de personas que estudian para ejercerlo. Ahora lo que vende es el morbo, sensacionalismo y las disputas televisivas. ¿ Hasta cuando durará esta moda?

Mª Ángeles

Próxima parada: Américo Vespucio- Facultad de Comunicación

Próxima parada: Américo Vespucio- Facultad de Comunicación La Odisea de Ulises se queda en pañales en comparación con la que tú, como otros tantos estudiantes, vives cada mañana para llegar a la facultad. Y ¿a quién se lo debes? A TUSSAM, que según parece, aún no sabe que en la Cartuja está la nueva Facultad de Comunicación, con el volumen de estudiantes que eso implica. Así que, día tras día la pesadilla se repite.
Te levantas a las 7, te aseas, te vistes y desayunas. A las 7.30 llegas a la parada y esperas una media de 10 minutos hasta divisar a lo lejos un C2. Lo ves aproximarse, y piensas “qué bien, qué pronto ha venido”, y cuando desenfundas tu bonobús, ¡zas!, el C2 que va petadísimo pasa de largo. Primer intento fallido.
Cinco minutos más tarde ves que se acercan dos C2, y te dices a ti misma “uno de los dos para seguro”. Y sí, uno para, el que va de gente hasta la bola, porque el que lleva el cartel de REFUERZO (¿refuerzo de qué?, te preguntas tú) y que va vacío, lo adelanta sin contemplaciones. Entonces tú y las otras 10 personas que empezabais a echar raíces, subís como podéis al autobús, y ahí comienza la segunda fase de tu calvario matutino.
El conductor, que es un amante del riesgo, va a 20 km/h, pilla todos los semáforos en rojo y da unos frenazos en seco que hacen que te acuerdes de toda su familia, pero qué importa, tú has conseguido entrar en el autobús. Aunque, tal y como entraste, te quedaste, porque no vas a cambiar de postura hasta que algún ser caritativo solicite la parada para bajarse. Y para tu suerte, eso ocurre 3 paradas después de que te hayas montado, cuando el autobús se detiene en Ronda de Capuchinos para que cuatro personas salgan propulsadas hacia el exterior. Y ahora, rápidamente, a codazo limpio, te abres paso como puedes entre la gente, como el mismísimo Sandokán se abriría paso entre la maleza en alguna selva recóndita, y consigues avanzar “25 centímetros”.
Entonces, el conductor aprovecha para echar un vistazo por el espejo retrovisor y como ve que sólo quedáis 45 personas dentro, decide abrir. Y, a continuación, se produce una situación de lo más insólita: una parada de autobús, 15 personas ansiosas por subir, y sólo 4 podrán alcanzar su objetivo. Y, de repente, escuchas a una buena mujer que grita como una loca: ¡pero pasad al fondo que está vacío!, ¡no tenéis consideración!
¿Vacío? ¿Pero desde qué ángulo ve esta mujer el autobús vacío? Pero si es técnicamente imposible que te caigas de la cantidad de gente que hay. Si más que un autobús parece una lata de sardinas. ¿Vacío? Créame señora, si el fondo estuviese vacío, yo no estaría restregándome con el calvito de 1.60 que está casi montado en mi chepa.
Vacío. ¡Ja! En el fondo el comentario te hace hasta gracia, pero ni siquiera puedes reírte un poco porque un futuro ingeniero acaba de darte un mochilazo en toda la cabeza que te ha dejado medio tonta.
Pero eso no es todo, qué va, el autobús lleva todas las ventanillas cerradas, con lo que el ambiente está cargadísimo y están empezando a emanar ciertos olores que tumbarían hasta a un elefante. ¿Pero a quién se le ocurre echarse Springfield a las 8 de la mañana? ¿Es que no sabe que existe Nenuco? Bueno, y si hueles a colonia debes darte con un canto en los dientes, porque este muchacho al menos se ha bañado en colonia, pero hay otros que ni se bañan ni saben que hace muchos años se inventó el desodorante. Y, en esos momentos, te dices a ti misma: de hoy no pasa que me apunte a la autoescuela.
El viaje continúa, y cuando te dabas por vencida, ves la luz. En la Macarena se han bajado más de 15 personas y has conseguido sentarte. Y todo cambia. Descubres que tu amigo Chema va también en el autobús, pero no lo has visto hasta ahora, porque entre el calvo de 1.60, la mochila y Fétido era imposible. Y como aún faltan unos 15 minutos hasta que oigas Próxima parada: Américo Vespucio- Facultad de Comunicación, no dejas de repetirte: de hoy no pasa que me apunte a la autoescuela.
Silvia Berraquero

11 M

11 M La cifra 11M debería haber sido un número más dentro del calendario de marzo, un jueves normal y corriente, pero no, el 11M se ha quedado parado dentro de nuestras cabezas, una fecha que se ha convertido ya no en histórica, sino en fatídica.
Ese jueves amaneció un día normal, soleado, a las 7:30 a.m todo era de lo más rutinario, un tren camino del trabajo, camino del colegio, un día más de universidad, el fin de semana a la vuelta de la esquina…
A esa hora, cuando Madrid comenzaba a despertar, de repente, todo se volvió gris, oscuro... y comenzó la pesadilla.
Desde aquel día, siento una gran tristeza en mi interior, una tristeza mezclada con ira e impotencia. No es justo que tantas personas dejaran esa mañana todos sus sueños en un tren, en el maldito vagón equivocado.
Cuesta pensar que exista gente capaz de provocar tanto dolor. Pensábamos que eso aquí nunca ocurriría, que eso sólo pasa en las películas, pero lo triste es que esa mañana, la realidad superó a la ficción.
El llanto que nadie vio fue el que millones de personas llevamos tragándonos desde ese día, un llanto que va por dentro, invisible, incapaz de salir porque le da vergüenza.
Vergüenza es lo que ha ocurrido, una vergüenza enorme al contemplar que en este mundo en el que convivimos ocurren cosas así.
Contemplamos el mundo como meros espectadores, sentados desde una cómoda butaca como el que está en el cine, y ya es hora de cambiar este mundo tan injusto.
Ahora solo queda lugar para el silencio y el respeto hacia tantas personas inocentes que ese día, desgraciadamente, no perdieron el tren...

Rut

España en las urnas

Algunos de los que se levantaron el 14 de marzo ya sabían que iban a perder. 0tros que sabían que iban a ganar, ni se lo podían creer. Y yo, como uno más de los muchísimos españoles que fuimos a votar, sentí unas ganas enormes de que nada de lo que había pasado hubiese ocurrido de verdad.
Si como dicen muchos el cambio político se produjo por lo ocurrido el 11-M, incluso yo, deseoso de ese cambio, hubiera preferido seguir con la rutina, que doscientas vidas valen más que un nuevo gobierno.
Nos falta humanidad. Uno empieza a no creer en la clase política porque últimamente no parecen humanos. Jugar con la identidad de los asesinos fue la papeleta que contó más; y como de votos se trataba, España decidió con los números: el 42,64% de los voto, unos casi once millones de personas, curiosamente las mismas que se manifestaban el viernes en la calle, votaron al partido socialista.
Y la imagen del día, para mi, fue las lágrimas de la aún primera dama en funciones; la concejala por Madrid no pudo aguantar la presión escénica y en un abrazo de una simpatizante se derrumbó.
Y después de todo te queda la extraña sensación de ser partícipe de la historia de este país, que en apenas cuatro días ha escrito un nuevo capítulo.

Godofredo Mesas

La lucha del desempleado

Quien me iba a decir a mí que cuando terminara la carrera me sería tan difícil encontrar trabajo. Yo que pensaba “para entonces tendré mi trabajo (como periodista), mi casa y mi coche”, no he tenido tanta suerte. Ahora miro para atrás y me doy cuenta de lo difícil que es, pero no por ello hay que darse por vencido, es tan sólo el principio. Recuerdo esas entrevistas donde te dicen “se necesita carnet de conducir”, pero cuando te lo sacas es el coche el que falta. Aunque, claro, el coche no se puede conseguir hasta que no te den un trabajo en el que se gane dinero en condiciones. El problema viene cuando es imprescindible para tener el puesto alta experiencia laboral (fuera de prácticas). Es el pez que se muerde la cola.
Mientras, no queda más remedio que esperar tu momento, que llegará, trabajar en otras cosas para mantenerte, seguir formándote o porqué no, montar tu propia empresa para ser tu propio jefe.


Mª Ángeles